La arena de la playa es una superficie natural, irregular y cambiante, como lo es la nieve. Por esto, con un poco de imaginación y fundamento, podemos aprovechar este entorno para realizar actividades que equilibren, prevengan y transfieran las capacidades que necesitamos al esquiar.
Las posibilidades que nos ofrece el entorno natural son muy amplías, pero paso a sugerir algunos beneficios de entrenar en la playa:
*Desbloquear, fortalecer y sensibilizar los pies.
*Superficie inestable y cambiante que aumenta las demandas de coordinación para los apoyos, impulsos y recepciones.
*Superficie que amortigua los impactos disminuyendo el stress articular.
*Contacto directo con los elementos naturales del mar (sol, vitaminas, minerales, etc…)
Aquí podéis ver a"Henrik Kristoffersen" utilizando esta superficie en uno de sus entrenamientos.
Nes
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